Serían las tres de la tarde cuando pasé delante del edificio Hankbert. Contemplé con aplomo como de la parte superior del edificio salía un hilo de humo que se expandía mientras ascendía lentamente a las nubes. Las columnas dóricas que recubrían la fachada habían sido destruidas por la bomba. No me detuve más tiempo frente al edificio. A paso lento y con las manos en los bolsillos, pensativo, seguí caminando por la calle.
Comencé a oír aviones al mismo tiempo que unas sirenas empezaron a sonar. Miré a mi alrededor, pero ya no había nadie. Se habían ido todos. Tan solo pude quedarme en el sitio y ver como aviones nos pasaban por encima sin poder hacer nada. De repente se oyó un fuerte estruendo y una columna de humo salió de lo que antes era la estación. A lo lejos, se oían gritos de los pocos que sobrevivieron y yo me sigo preguntando qué habremos hecho para merecernos esto, para morir de esta manera. Pero yo no puedo hacer nada, por lo que solo me queda tratar de olvidar esta imagen y volver a casa.
La pasada madrugada una bomba explotó en la estación centro de la ciudad, dejando miles de heridos.
Hacia las ocho de la mañana tuvo lugar la explosión de una bomba que dejó heridas a miles de personas en la estación centro. Se especula entre mil quinientos y dos mil afectados por esta catástrofe sin antecedentes. Supervivientes de dicha desgracia afirman que no habían sido avisados, por lo que deducen que nadie sabía nada de la presencia de la bomba. Por el momento no se conoce la identidad de los criminales, pero las investigaciones siguen su curso.
Quince minutos, no iba a llegar. Quince minutos era el tiempo que tenía hasta las siete, o al menos eso marcaba el reloj de la gran estación. Corriendo iba con mi maleta a rastras, ansiosa por subirme a aquel tren y ser libre. Me dirigía a casa de mi tía, lejos de aquella horrible ciudad, ajena a todo.
De repente el tiempo se paró. Mis oídos reventaron al oír aquel ruido. Humo por todos lados, tejas volando y aquel gran edificio destruido. Veo a la gente intentando salir, heridos, ensangrentados, gritando.
Y yo estaba a punto de entrar ahí.
OTRA BOMBA MÁS
La guerra sigue acabando con las ciudades. La última bomba cayó en la estación de trenes.
Los ciudadanos estaban en la estación cuando de repente cayó la bomba. Todos estaban alterados y huyendo a sus refugios.
En unos instantes las calles se volvieron desérticas, aquella ya no era la ciudad de antes, no era seguro salir a la calle, cada vez era más difícil sobrevivir.
Bomba destroza la estación de Oviedo.
Ayer día 27 de septiembre, sobre las cuatro de la tarde, un tren se disponía a salir de la estación con hombres que se iban a la guerra, cuando un fuerte estruendo hacía temblar gran parte de Oviedo. Fue en ese momento cuando una bomba caía sobre la estación de tren, causando grandes destrozos y acabando con la vida de un centenar de personas que despedían a sus familiares, hombres que iban a la guerra y trabajadores de la estación. Del edificio solo se mantiene en pie la fachada principal,y el reloj ha resultado dañado.
Serían las tres de la tarde cuando pasé delante del edificio Hankbert. Contemplé con aplomo como de la parte superior del edificio salía un hilo de humo que se expandía mientras ascendía lentamente a las nubes. Las columnas dóricas que recubrían la fachada habían sido destruidas por la bomba. No me detuve más tiempo frente al edificio. A paso lento y con las manos en los bolsillos, pensativo, seguí caminando por la calle.
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Comencé a oír aviones al mismo tiempo que unas sirenas empezaron a sonar. Miré a mi alrededor, pero ya no había nadie. Se habían ido todos. Tan solo pude quedarme en el sitio y ver como aviones nos pasaban por encima sin poder hacer nada. De repente se oyó un fuerte estruendo y una columna de humo salió de lo que antes era la estación. A lo lejos, se oían gritos de los pocos que sobrevivieron y yo me sigo preguntando qué habremos hecho para merecernos esto, para morir de esta manera. Pero yo no puedo hacer nada, por lo que solo me queda tratar de olvidar esta imagen y volver a casa.
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TRAGEDIA EN LA ESTACIÓN.
La pasada madrugada una bomba explotó en la estación centro de la ciudad, dejando miles de heridos.
Hacia las ocho de la mañana tuvo lugar la explosión de una bomba que dejó heridas a miles de personas en la estación centro. Se especula entre mil quinientos y dos mil afectados por esta catástrofe sin antecedentes. Supervivientes de dicha desgracia afirman que no habían sido avisados, por lo que deducen que nadie sabía nada de la presencia de la bomba. Por el momento no se conoce la identidad de los criminales, pero las investigaciones siguen su curso.
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Quince minutos, no iba a llegar. Quince minutos era el tiempo que tenía hasta las siete, o al menos eso marcaba el reloj de la gran estación. Corriendo iba con mi maleta a rastras, ansiosa por subirme a aquel tren y ser libre. Me dirigía a casa de mi tía, lejos de aquella horrible ciudad, ajena a todo.
De repente el tiempo se paró. Mis oídos reventaron al oír aquel ruido. Humo por todos lados, tejas volando y aquel gran edificio destruido. Veo a la gente intentando salir, heridos, ensangrentados, gritando.
Y yo estaba a punto de entrar ahí.
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OTRA BOMBA MÁS
La guerra sigue acabando con las ciudades. La última bomba cayó en la estación de trenes.
Los ciudadanos estaban en la estación cuando de repente cayó la bomba. Todos estaban alterados y huyendo a sus refugios.
En unos instantes las calles se volvieron desérticas, aquella ya no era la ciudad de antes, no era seguro salir a la calle, cada vez era más difícil sobrevivir.
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Bomba destroza la estación de Oviedo.
Ayer día 27 de septiembre, sobre las cuatro de la tarde, un tren se disponía a salir de la estación con hombres que se iban a la guerra, cuando un fuerte estruendo hacía temblar gran parte de Oviedo. Fue en ese momento cuando una bomba caía sobre la estación de tren, causando grandes destrozos y acabando con la vida de un centenar de personas que despedían a sus familiares, hombres que iban a la guerra y trabajadores de la estación. Del edificio solo se mantiene en pie la fachada principal,y el reloj ha resultado dañado.
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